Transgresores

7 de octubre de 2011

Por: Rolando Gómez R.

(NOTA: Quiero aclarar que ésta no es como tal una crítica de cine y mucho menos espero que aquellos bienaventurados que decidan leer las siguientes líneas esperen una tesis sustancial de la película que refiere esta entrada, dado que la pretensión de ésta es recomendar "el castor" porque a éste simple mortal se le movieron los intestinos con la temática que maneja -desde su representación simbólica personal-)

Me encontraba en un momento de ocio, busqué en las carteleras de los cines cercanos para ver qué de bueno ofrecían; definitivamente ningún título causó revuelo en mi interior.

Quizás es que la relación amor/Holliwood ya me haya hartado, o posiblemente es que en esas historias siempre encuentro frustrados intentos de realidad inalcanzable, en fin, después de darme cuenta que ninguna película era de mi entero agrado decidí navegar en la red para ver qué encontraba, por desgracia no pude satisfacer mi curiosidad por ver el principio de "Los héroes del norte" (programa que ocupará un espacio de este sitio próximamente), así que recordé el consejo de mi buen amigo Barrera y me dediqué a buscar "The Beaver" (2011) de Jodie Foster quien hace también el papel de Meredith Black acompañada por Mel Gibson quien interpreta a Walter Black, un hombre deprimido que no encuentra salida hasta que es dominado por su alterego, representado por un títere del que surge el nombre de la película, justamente por ser un Castor.

No sabría cómo abordar el análisis de la película dado que sería inmensamente evidente mi preferencia por el psicoanálisis y la semiótica de las formas que nos presenta la directora, pero haré un intento tratando de explicar en primera instancia que la película conmovió de forma explícita a este escritor porque tiene un sentido poético además de que (a expensas de que algún verdadero crítico de actuación pueda corregirme) me parece fenomenal la actuación de Mel Gibson, y posiblemente no era para menos por las condiciones de la edad, ustedes saben. En fin, por otra parte todo el elenco que conforma esta película hace un trabajo que no podemos demeritar.

Claro como en todo podemos encontrar las tendencias de asociación según las características del personaje, el adolescente que le trae ganas a la muchacha más linda de la escuela, aunque el estereotipo es extraño, digamos que es sujeto a crítica y error; por otra parte tenemos a la mujer que siempre ejerce presión sobre el hombre, sobre todo en el concepto moderno de la mujer como dueña de sus decisiones, por lo que la institucionalización de la familia, al tener como punto débil al padre, se sustenta en una madre que no permite la ruptura de la normatividad y por su puesto mucho menos permitirá la ruptura emocional de los vínculos familiares, a pesar de soportarse en una construcción caótica.

Al parecer todo es circunstancial, la depresión del padre lleva a la  familia a un punto de quiebre aunada a la rebeldía del hijo adolescente, la vulnerabilidad del hijo pequeño y la falta de la madre que no es cumplida más que con  la obsesión por su trabajo. Esto nos suena a Erich Fromm, claro, es la representación formal de las tendencias familiares posmodernas, aunque no es un general (cabe aclarar), pero las circunstancias en que los individuos conviven con su realidad (o por lo menos la mayoría) en estos tiempos de incertidumbre, se acopla de la mejor manera a la descripción social que nos deja entrever la película.

Esta incertidumbre que flota en las almas de los seres humanos nos lleva a crear alternativas, como es el caso de Walter que se encuentra a través del castor que se ancla a su mano y que le salva la vida.
Lo que más me llama la atención es esta forma en que lo escolástico hace que el individuo, capaz de lograr su fundamento existencial, sea mal visto sólo porque no se apega a la estructura "normal" siendo entonces, a pesar de que logra explotar su imaginación, un extraño al que se debe abolir y ofrecerle dos sopas, (y una ya se acabó) o te riges por nuestras estructuras y actúas como la gente "normal" o colapsas, y finalmente veremos que el personaje principal (Mel Gibson), se verá inmiscuido en un severo tratamiento de pan y agua, siendo su propia estabilidad el punto de lanza que ocasiona el caos de todo un sistema que pulula entre el determinismo clásico* de la existencia o la desaparición.


Buena película amigotes, se las recomiendo, muchas gracias Javier Barrera.

*No me refiero a ninguna teoría existente o no, es una metáfora.







Y les dejó el link por si alguien quiere verla http://www.miracine.com/pelicula/ver-online-el-castor-the-beaver.html